Ángel lleva desempleado desde que en 2011 fue despedido tras sufrir un accidente laboral. Su pareja, Conchi, padece una minusvalía del 55%. Viven junto a sus dos hijos, uno menor y el otro dependiente, con una discapacidad del 86%, en la casa de la que Kutxabank les quiere echar. Además, también los padres de Conchi, octogenarios y con problemas de salud, podrían perder la casa que ya habían pagado pues Kutxa rehipotecó su vivenda en el momento de la frma de la hipoteca de Ángel y Conchi.
Pese a llevar más de un año luchando, Kutxa les ha negado en todo momento la dación en pago. Su hipoteca está referenciada al IRPH Cajas, y a pesar de vivir en Madrid están en contacto con el equipo jurídico de Stop Desahucios Gipuzkoa y con esta plataforma para defender sus derechos frente a los abusos de Kutxabank.
Hoy Ángel ha denunciado su situación en Cuatro.