Carta abierta al Sr. Villalabeitia, Presidente de Kutxabank, de Stop Desahucios Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, e IRPH Stop Gipuzkoa.
Señor Villalabeitia:
El miércoles, 12 de Agosto, diversos medios de comunicación recogían un artículo en el que usted informaba sobre la Memoria de Sostenibilidad de la entidad que dirige, declarando que se había “abierto la mano para ayudar a que cientos de familias afectadas por la crisis puedan seguir pagando sus hipotecas”, y que “se habían flexibilizado en 2014 las condiciones de un total de 1.420 préstamos hipotecarios, mediante carencias o ampliaciones de plazo, algo que beneficia tanto a las familias como a la entidad “.
Ante esta declaración, en la que Kutxabank aparece como la beneficencia, o el cordero del cuento, queremos rebajar el optimismo que usted transmite para sacar a la luz la piel de lobo que hay debajo de la del cordero.
En primer lugar, no nos sorprende el dato de que 1420 familias en un solo año, y solo en su entidad, hayan solicitado reestructuraciones de sus préstamos por riesgo evidente de desahucio, porque corrobora que el fantasma de la crisis, para miles de familias, está lejos de alejarse. En segundo lugar, no menciona Vd., como es lógico, las denuncias y concentraciones a las puertas de sus oficinas que Stop Desahucios e IRPH Stop hemos venido realizando desde hace varios años, en defensa de clientes hipotecados, sin recursos económicos, solicitando una segunda oportunidad, ni tampoco la presentación de numerosas demandas en los juzgados contra las cláusulas abusivas de sus hipotecas, especialmente el interés abusivo del IRPH. Díganos Vd. por qué dentro de la “flexibilización” de la que habla no está la DACION EN PAGO CON ALQUILER SOCIAL, que numerosos clientes han solicitado por escrito, que su entidad niega sistemáticamente, con diversos pretextos, y que otras muchas entidades financieras, dentro y fuera de Euskadi, están aceptando para deudores de buena fe entrampados por una crisis que ustedes han provocado.
Lo que Vd. llama “flexibilización”, son carencias que nunca son gratuitas, y que ustedes ofrecen porque quieren seguir cobrando el préstamo, o la ampliación de plazo, reduciendo la cuota pero aumentando los intereses y los costos, son parches para los afectados, porque aquí, como en el casino, la banca gana siempre.
Además, nos gustaría que usted también publicara, o desmintiese, los siguientes datos:
– Cuántas familias han sido desahuciadas desde el estallido de la burbuja por Kutxabank, a los que se les han aplicado intereses de demora criminales de más de un 19%, intereses que desde 2013 han sido declarados abusivos. Pensamos que cientos de familias, quizá miles.
– A cuántas familias han desahuciado por no poder pagar una sola cuota del préstamo, beneficiándose de que hasta 2013 se podían quedar con su vivienda por la mitad de su valor de tasación. Seguro que también cientos o miles.
– A cuántas familias ha aplicado el índice manipulable y abusivo IRPH Cajas, prolongando además su aplicación a pesar de los llamamientos expresos que su entidad recibió desde organismos fundadores como el Ayuntamiento de Donostia y la Diputación Foral de Gipuzkoa, así como del propio Parlamento de Gasteiz, las Juntas Generales de Gipuzkoa y más de 20 ayuntamientos. A cuántas familias sigue aplicando el también manipulable y abusivo IRPH Entidades.
– A cuántos avalistas han desahuciado desde el comienzo de la crisis aplicándoles una cláusula, declarada abusiva por los tribunales, por la que se les impone la renuncia a sus derechos.
– Cuántas reestructuraciones de deuda o daciones en pago han concedido, cumpliendo o no las condiciones, amparadas en el decreto de 2012 o Decreto Guindos. Prácticamente ninguna, mientras que Stop Desahucios hemos acordado daciones en pago con la totalidad de los grandes bancos, excepto con ustedes.
– Cuántas familias a las que ustedes les han arrebatado su vivienda habitual, siguen teniendo deudas con su entidad.
– Cuántos préstamos hipotecarios han transmitido a fondos buitre.
– Qué concepto de obra social tienen ustedes. Porque cuando parte de los beneficios para financiar obras sociales, como por ejemplo el Oncológico, se han conseguido a costa de condenar otras vidas, la obra social pierde su sentido.
Es cierto que, gracias a la lucha, hemos conseguido que su entidad designe una interlocución con Stop Desahucios, y que mediante la misma estemos analizando caso por caso una posible solución, pero lo que esperamos de ustedes, Sr. Villalabeitia, es que haya una flexibilización real para los miles de familias afectadas por sus malas prácticas que han convertido la “Caja de los vascos” en la “Trampa de los vascos”.
